Lumbalgia y cervicalgia y patologia de la columna

Lumbalgia

¿QUÉ ES LA LUMBALGIA?
El término lumbalgia o lumbago únicamente significa dolor en la zona lumbar. La lumbalgia es una síntoma muy común y en ocasiones muy invalidante, tanto es así, que a nivel mundial representa, junto con la cervicalgia, la primera causa en años de calidad de vida perdidos (más que las enfermedades cerebrovasculares y pulmonares).
En el manejo de la lumbalgia hay dos partes diferenciadas pero igualmente importantes. Por un lado está el tratamiento del dolor y por el otro el estudio de la causa del dolor. Dependiendo de las características del dolor, el tiempo de evolución, otras enfermedades del paciente y otros síntomas acompañantes, así como de la exploración física, el especialista puede sospechar cual es la causa del dolor y valorar si es necesario o no hacer alguna prueba de imagen.
Dividimos el dolor lumbar en crónico (más de tres meses) o agudo. La mayoría de las lumbalgias agudas mejoran sin intervención o tratamiento y son debidas a una contractura muscular  o un mal gesto, aunque es importante descartar las fracturas vertebrales (4%), las infecciones (0,01%), el cáncer (0,7%), las enfermedades inflamatorias o las hernias discales con déficits de fuerza en las extremidades inferiores (2%). Las causas más frecuentes de dolor lumbar crónico son la artrosis, la escoliosis, las hernias discales o el canal estrecho lumbar.
La otra diferenciación básica en las lumbalgias es saber si son mecánicas o inflamatorias. Las lumbalgias mecánicas son las más habituales, en ellas el dolor mejora con el reposo y empeora con el movimiento, y las causas más frecuentes son la artrosis o la contractura muscular. Al contrario, el dolor inflamatorio mejora con el movimiento y empeora con el reposo, además suele acompañarse de rigidez matutina de más de 45 minutos. La importancia de la lumbalgia inflamatoria reside en que puede ser la manifestación de una enfermedad sistémica subyacente.


¿Qué le puede ofrecer su reumatólogo?

El reumatólogo es el especialista en el diagnóstico y tratamiento del dolor lumbar no traumático. Mediante la historia clínica, la exploración física y, en ocasiones, alguna prueba de imagen, intentará llegar a un diagnóstico para poder determinar el pronóstico de la enfermedad y un tratamiento específico.
Otra de las misiones del reumatólogo es la de descartar enfermedades graves o importantes (como un aplastamiento vertebral o una espondilitis anquilosante) como causa de la lumbalgia, en cuyo caso un tratamiento precoz será muy importante.
En el tratamiento del dolor lumbar, el reumatólogo se marca tres objetivos: eliminar la causa del dolor (cuando sea posible), eliminar o disminuir el dolor en sí mismo y evitar la pérdida de funcionalidad. Los tratamientos que tenemos a nuestro alcance van desde medidas físicohigiénicas como la pérdida de peso, el uso de fajas o el ejercicio físico, hasta tratamiento farmacológicos con analgésicos y antinflamatorios o incluso derivados mórficos en los casos más graves.
Paliar el dolor En las ocasiones en las que no será posible tratar el origen del dolor lumbar es igualmente importante el tratamiento de los síntomas, que puede ir desde medidas físicohigiénicas, como perder peso, llevar faja o hacer ejercicio a tratamiento farmacológico (des de el paracetamol o los antiinflamatorios hasta los derivados de la morfina).

Cervicalgia o dolor de cervicales

¿QUÉ ES LA CERVICALGIA O DOLOR DE CERVICALES?
Cervicalgia significa dolor en la zona de las  cervicales. La cervicalgia es una síntoma muy común y en ocasiones muy invalidante. A nivel mundial representa, tras la lumbalgia, la segunda causa en años de calidad de vida perdidos.
En el manejo de la cervicalgia se tienen que tener en cuenta dos factores diferenciados e importantes por igual:  la causa del dolor y el tratamiento del mismo. Dependiendo de las características del dolor, el tiempo de evolución, otras enfermedades que presente el paciente y otros síntomas acompañantes, así como de la exploración física, el reumatólogo sospechará  cual es la causa del dolor y  valorará si es necesario realizar alguna prueba de imagen.
Són tres las causas principales de cervicalgia:
1) Artrosis cervical: Los enfermos con artrosis cervical presentan un dolor que empeora con el  movimiento y que mejora con el reposo. El dolor no suele extenderse a otras zonas (irradiar) y no suele acompañarse de otros síntomas como mareo o  dolor de cabeza.
2) Discopatía cervical o cervicobraquialgia: En este caso el dolor se produce por el pinzamiento e inflamación de una raíz nerviosa a nivel de la columna cervical. En estos casos el dolor cervical suele acompañarse de dolor en hombro, brazo e incluso puede llegar hasta la mano. Puede acompañarse de hormigueo o de una sensación de acorchamiento.
3 ) Síndrome cervicocefálico:  Corresponde a un cuadro clínico doloroso producido por una contractura muscular incontrolable y persistente en la región cervical posterior, que afecta a un músculo o a un grupo muscular. En este caso el dolor cervical se acompaña de dolor de cabeza y mareos o sensación de inestabilidad.


¿En qué le puede ayudar el reumatólogo?

Con una buena historia clínica y una buena exploración física puede conocerse, en la mayoria de los casos, cuál es la causa de su dolor cervical. En ocasiones será necesaria la realización de una radiografía o de una resonancia magnética. Aunque es importante saber, que en ocasiones, alteraciones que puedan verse en una radiografía o resonancia no tienen por qué ser las causantes del dolor . Lo importante, es que los hallazgos encontrados por imagen concuerden con el tipo de dolor, sus características y la exploración física.
Existen una serie de tratamientos que permiten disminuir el dolor y mejorar mucho la calidad de vida. Algunos son puramente sintomáticos y otros actúan sobre la causa.
En el caso de la artrosis cervical será indispensable la realización de ejercicios reglados y la toma de analgésicos. En los casos en que exista discopatía pueden utilizarse fármacos para el dolor neuropático o en casos graves incluso puede ser necesaria la cirugía. Finalmente en el síndrome cervicocefálico deberá valorarse la terapia térmica y la realización de masajes descontracturantes entre otras.

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