El tratamiento efectivo de la gota disminuye la mortalidad.

Uno de los grandes problemas de la gota es que por la fisiopatogenia de la enfermedad y su manejo siempre ha sido muy difícil demostrar la utilidad del tratamiento para bajar el ácido úrico y eliminar los depósitos de cristales de urato monosódico. Tanto es así, que por ejemplo, las guías del colegio americano de médicos (contradiciendo a la asociación de reumatólogos), recomiendan solo tratar los ataques y no iniciar tratamiento para reducir el ácido úrico.

Un trabajo del Dr. Fernando Pérez-Ruiz, del Hospital de Cruces del País Vasco, acaba de demostrar que conseguir el objetivo terapéutico del tratamiento reductor de la uricèmia (o sea valores por debajo de 6 mg/dl) disminuye la mortalidad si lo comparamos con los enfermos en los que no se baja el ácido úrico de forma correcta.

En este estudio se siguieron 1193 enfermos durante una media de 4 años. En los pacientes en que se consiguió el objetivo terapéutico, la mortalidad fue de 26 por 1000 pacientes/año, y en los que no de 81 por 1000 pacientes/año, más de 3 veces más. Después de ajustar los datos según los diferentes factores de riesgo cardiovascular el riesgo seguía incrementado en más del doble.

Por lo tanto en este estudio se demuestra claramente la utilidad de hacer un buen tratamiento reductor de la uricèmia en los enfermos con gota.

Para acceder al artículo: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/pmc6803010