Los enfermos de gota tienen inflamación crónica, según estudio publicado en la revista ‘Rheumatology’

Los depósitos de cristales de ácido úrico provocan daños en los enfermos de gota aunque los pacientes no manifiesten síntomas. Es la principal conclusión a la que ha llegado el estudio del equipo liderado por el doctor César Díaz-Torné publicado en la prestigiosa revista Rheumatology, de la Sociedad Británica de Reumatología.

La inflamación crónica, posible causa del aumento de mortalidad en enfermos de gota

Hasta ahora, teníamos claro que la artritis gotosa tiene lugar cuando se acumulan cristales de ácido úrico en las articulaciones del paciente. Ahora sabemos que estos depósitos son crónicos, de larga duración, y quedan en las articulaciones de los enfermos gotosos más allá de los ataques agudos. Es más, sin un tratamiento adecuado no desaparecerán nunca. ¿Podrían estos cristales residuales provocar inflamación crónica?

En otras enfermedades reumáticas, como la artritis reumatoide o la artritis psoriásica, ya se ha demostrado que la inflamación crónica se asocia a un aumento de enfermedades cardiovasculares, como el infarto o la embolia.

Inflamación en enfermos de gota sin síntomas, según un estudio del Hospital de Sant Pau

En el trabajo llevado a cabo en el Hospital de Sant Pau con 90 enfermos gotosos que no presentaban un ataque en el momento del estudio ha probado que estos pacientes presentan un aumento de proteínas que aumentan la inflamación. Entre estas proteínas, destacan la interleucina-18 (IL-18), RANTES y el receptor de la interleucina-6 (rIL-6).

El hecho de que estas proteínas se encuentren en niveles altos también en enfermos sin síntomas confirma que el depósito de cristales provoca inflamación, incluso cuando no hay los ataques agudos de gota.

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La inflamación crónica depende del tamaño del depósito de cristales de ácido úrico

El estudio deja claro que los enfermos de gota con un depósito de cristales más grandes tienen más inflamación crónica. En cambio, aquellos enfermos que están bien tratados, con un depósito de cristales más pequeños, tienen niveles más bajos de inflamación.

Muy frecuentemente, los gotosos tienen otras enfermedades asociadas, como diabetes, hipertensión, obesidad o hipercolesterolemia (colesterol alto). En este trabajo de investigación también se ve que, incluso los enfermos con gota sin ninguna de estas enfermedades asociadas tienen niveles de proteínas inflamatorias más altos.

Un buen tratamiento para la gota reduce la inflamación crónica

El trabajo de investigación liderado por el doctor César Díaz-Torné sugiere que seguir un buen tratamiento para la gota es clave. La razón es que disminuye la inflamación crónica y, por tanto, podría reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

La investigación, publicada en la revista de la Sociedad Británica de Reumatología

La importancia del trabajo ha hecho que estos datos se publiquen en la revista Rheumatology. Esta publicación es el órgano oficial de la British Society for Rheumatology, la Sociedad Británica de Reumatología. Se trata de una de las sociedades científicas reumatológicas con más prestigio a nivel mundial.